viernes, 28 de agosto de 2009

Dramatizar

El cuerpo es vehículo de expresión de vida y de conocimiento. Los niños utilizan los órganos de los sentidos para descubrir y vivenciar su propio cuerpo y su relación con el entorno. Por lo que la manera en que viva y construya su cuerpo constituirán los cimientos de su personalidad, de su manera de estar en el mundo.

Así, pensamos que la comunicación gestual, sonora, y el juego simbólico son el fundamento de la expresión dramática y corporal. La expresión dramática es uno de los vehículos más interesantes y completos para el descubrimiento, el conocimiento del mundo y las personas así como para la adquisición de una percepción de la realidad.

Un recurso especialmente significativo en la dramatización es la voz, que en cada uno de nosotros es única y actúa como fiel seña de identidad de nuestro estado tanto físico como emocional y mental. Aprender a conocer y utilizar nuestra voz cantada y hablada será de gran beneficio en nuestra profesión como docentes y, en general, para nuestra vida. Conocer este valioso recurso nos conectará con lo más profundo de nosotros y con las posibilidades de comunicación con el entorno.

A través del lenguaje universal de la música, y de la voz, proponemos un viaje sonoro, que tiene como punto de partida los primeros sonidos que escuchamos en el vientre materno:los latidos de su corazón, su voz… y todos aquellos sonidos familiares que nos hacen volver a nuestras raíces, regresar a nosotros mismos con plena consciencia, para así, poder reconocer la importancia de aquellos primeros sonidos que rodean al bebé.

La gran importancia que la dramatización tiene tanto en el desarrollo de la vida del niño, como en la misma escuela, hace que esta materia tenga un lugar privilegiado en el currículo. En ella se articulan todos los aprendizajes importantes a conquistar por el niño y las competencias básicas correspondientes: expresión (oral, escrita, corporal-gestual, gráfica y musical), comunicación, relación con los demás y resolución de conflictos. Por otro lado será, a través del cuento y la narración, donde el niño va a aprender la realidad de la vida cotidiana de una forma global, con sus ilusiones, y sus desaciertos, con sus frustraciones y sus límites, etc.

Esto nos permite un desarrollo de la competencia necesaria para tener habilidad de relación, expresión y comunicación a través de la interacción social, así como, la posible prevención de conflictos personales durante el ejercicio de la Dramatización y de las manifestaciones artísticas.

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